jueves, 6 de marzo de 2008

nuestra conclusion

La vida de Diana Spencer, tanto durante su matrimonio como después de su separación, fue objeto continuo de la atención de millones de seguidores y tema recurrente de la llamada "prensa rosa". Todas sus apariciones en público recibieron un tratamiento especial por parte de los medios de comunicación e incluso su peinado y su modo de vestir fueron imitados hasta la saciedad. Según la revista Majesty, Diana generó cerca de quince millones de libras en publicidad a los fabricantes de los artículos que utilizaba. Su popularidad superó en mucho a la de su marido, fue siempre considerada una madre ejemplar y tras su muerte hubo propuestas de canonización que, finalmente, fueron desestimadas.Diana Spencer gritó desesperadamente en la noche parisina «palabras incoherentes», según la versión de un especialista que atendió a la Princesa de Gales tras sufrir el trágico accidente de tráfico que acabó con su vida. El testimonio del doctor Jean-Marc Martino -especialista en emergencias-, se dio a conocer en la investigación judicial británica encargada para esclarecer la muerte de Lady Di, que empezó el pasado octubre en el Tribunal Superior de Londres. Dos teorías se barajan: la conspiración, o el accidente de tráfico, Diana de Gales murió a sus treinta y seis años el último día del mes de agosto de 1997, junto a su novio, Dodi Al Fayed, de cuarenta y dos, y al chófer del vehículo, Henri Paul, tras estamparse el automóvil en el que viajaban contra una columna del túnel bajo el puente del Alma cuando era perseguido por varios «paparazzi».El profesor André Lienhart, encargado de investigar y rastrear para un juez francés todas las luces y las sombras del tratamiento médico que se dispensó a Diana de Gales, recapituló ayer, por vídeo-conferencia desde París, las palabras de Martino que encerraban lo que dijo Lady Di tras el fatal accidente.Según la reconstrucción del testimonio, mientras los servicios de emergencia atendían a Lady Di entre la chatarra del automóvil, Martino escuchó a la Princesa «gritar y decir cosas en inglés que eran comprensibles, pero incoherentes», relató Lienhart. El médico, del «Service d´Aide Medicale d´Urgence» (Servicio de Ayuda Médica de Urgencia, SAMU) de Francia, supervisó los cuidados prestados a la Princesa desde el momento del accidente hasta su traslado al Hospital parisino de Pitie-Salpetriere. La Princesa «estaba muy agitada», y «rechazó el tratamiento», de manera que hubo que inyectarle algunos fármacos (sedantes) para reducir la agitación y que aceptara el tratamiento», especificó Lienhart. Como consecuencia de la tensión que padecía de Lady Di, el paramédico se vio obligado a agarrar con fuerza un brazo de la Princesa para que se le pudiera administrar suero. Pero Diana de Gales, prisionera de un estado nervioso, «retiró el primer suero». El jurado de la investigación judicial británica debe establecer ahora si la muerte de la Princesa de Gales fue producto de una «conspiración o de un trágico accidente». Dos investigaciones policiales previas, una en Francia y otra en el Reino Unido, concluyeron que el suceso se debió a un accidente causado porque el conductor conducía muy rápido y bajo la influencia del alcohol.Diana Spencer gritó desesperadamente en la noche parisina «palabras incoherentes», según la versión de un especialista que atendió a la Princesa de Gales tras sufrir el trágico accidente de tráfico que acabó con su vida. El testimonio del doctor Jean-Marc Martino -especialista en emergencias-, se dio a conocer en la investigación judicial británica encargada para esclarecer la muerte de Lady Di, que empezó el pasado octubre en el Tribunal Superior de Londres. El profesor André Lienhart, encargado de investigar y rastrear para un juez francés todas las luces y las sombras del tratamiento médico que se dispensó a Diana de Gales, recapituló ayer, por vídeo-conferencia desde París, las palabras de Martino que encerraban lo que dijo Lady Di tras el fatal accidente.Según la reconstrucción del testimonio, mientras los servicios de emergencia atendían a Lady Di entre la chatarra del automóvil, Martino escuchó a la Princesa «gritar y decir cosas en inglés que eran comprensibles, pero incoherentes», relató Lienhart. El médico, del «Service d´Aide Medicale d´Urgence» (Servicio de Ayuda Médica de Urgencia, SAMU) de Francia, supervisó los cuidados prestados a la Princesa desde el momento del accidente hasta su traslado al Hospital parisino de Pitie-Salpetriere. Se asegura que la Princesa «estaba muy agitada», y «rechazó el tratamiento», de manera que el servicio de Urgencias parisino «tuvo que inyectarle algunos fármacos (sedantes) para reducir la agitación y que aceptara el tratamiento», especificó Lienhart. Pero Diana de Gales, prisionera de un estado nervioso, «retiró el primer suero». El jurado de la investigación judicial británica debe establecer ahora si la muerte de la Princesa de Gales fue producto de una «conspiración o de un trágico accidente». Dos investigaciones policiales previas, una en Francia y otra en el Reino Unido, concluyeron que el suceso se debió a un accidente causado porque el conductor conducía muy rápido y bajo la influencia del alcohol. Lo cierto es que la leyenda sobre la Princesa seguirá viva por mucho tiempo, por estos días sin ir más lejos una foto en blanco y negro de Diana realizada por el fotógrafo Mario Testino alcanzó la cifra de cuarenta y seis mil libras (algo mas de sesenta y cuatro mil euros) en una subasta celebrada en la casa Phillips de Pury en Londres.